Me levanté y comencé a caminar y lo único que noté fué como si se me clavasen alfileres en las plantas de los piés, pero pensé que lo mejor sería no darle mucha importancia y que a lo largo del día se pasaría.
Fué pasando el día y la cosa no mejoró para nada, más bien diría que fueron yendo a peor. Los días siguientes fueron iguales, la sensación incómoda al andar era quizás lo peor. Cada vez me extrañaba más y a mi alrededor nadie le daba importancia, pensaban que era algo nervioso pero yo tenía la sensación de que era algo más.
Todo esto me empezó a finales de 2012 y como al mes me empezó a bajar una especie de "calambre" cada vez que bajaba el cuello. Por lo que ya pedí hora con la neuróloga para principios Diciembre (pensando sinceramente que sería un pinzamiento en la columna).
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Hoy he decidido comenzar con mi historia para compartir con todos vosotros lo que he vivido, todo lo que ha supuesto para mí y los sentimientos que se me han ido creando durante esta enfermedad. Espero que os resulte interesante y, sobretodo útil. Ojalá más personas se animen a compartir sus experiencias.
Continuaré con mi historia en otra entrada.
Un beso.
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